Crónico o no Crónico ¿Tiene curación?

[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]De siempre me gustaron esas frases hechas como la de… “Después de la tormenta siempre llega la calma” o la de… “Que de algo doloroso, sale algo bueno”

Me indicaban que después de cada experiencia, por dura que fuese existía el aprendizaje y la evolución y eso es lo que viví yo en aquella ocasión.

Hace ya más de 23 años que me diagnosticaron lupus eritematoso sistémico. Y mi pregunta para aquellos entonces al salir del consultorio fue: ¿No hay nada más en la vida que 11 pastillas al día?

Y es a partir de ahí que la cura de una enfermedad denominada como crónica y peligrosa llegó. Lo primero que conocí fue la Kinesiología y gracias a ella me curé, evolucioné y la utilicé como camino de vida.

Soy Raquel Campanales, terapeuta, formadora y conferenciante en kinesiología y ésta que os he contado es la primera experiencia que tuve de sanación.

Ahora te voy a dar algún otro ejemplo de otras personas que también les ha servido para curar, sanar y sobretodo vivir un gran aprendizaje y evolución en sus vidas, después de varias sesiones de kinesiología.[/vc_column_text][nd_options_spacer][nd_options_image nd_options_align=»left» nd_options_image=»2514″ nd_options_width=»25″][nd_options_spacer][nd_options_spacer][vc_text_separator title=»Para sanar hay que aceptar…» border_width=»5″][nd_options_spacer][vc_column_text]Lo más importante e imprescindible para la sanación es lo primero, tomar conocimiento de lo que te pasa para poder sanarlo. Después la toma de conciencia tanto a nivel consciente como inconsciente, después el kinesiólogo ya le puede ayudar y guiar para poder liberar los circuitos neurológicos que le llevaron a la enfermedad para que esta remita y por último pero no menos importante es un cambio de patrones y creencias en la persona, que le llevarán a la independencia y autonomía emocional necesaria, para no volver a enfermar.

Nos basamos en la idea, gracias a la gran experiencia y todos los estudios clínicos que hay detrás, de que somos holísticos. Un todo. Y es por ello que nosotros no miramos y tratamos las enfermedades, sino a las personas al completo. Lo emocional- mental- orgánico- nervioso –energético, son los sistemas que engloban al Ser Humano y con kinesiología verificamos y damos solución al cuerpo de la persona desde todos sus campos.[/vc_column_text][nd_options_spacer][nd_options_spacer][vc_text_separator title=»Unos ejemplos» border_width=»5″][nd_options_spacer][vc_column_text]Ahora que recuerdo tres casos diferentes de personas que sufrían lumbalgia, pero en los tres casos por causas distintas. Os lo voy a contar:

Sujeto 1- Vino a consulta después de un accidente con dolor y limitación lumbar. En este caso, era después de un movimiento traumático y se le trabajó a nivel físico y orgánico ya que al caer se lesionó en la zona porque la tenía débil de fondo. A nivel digestivo, él ya llevaba años padeciendo y al ayudarle a este nivel la lumbalgia automáticamente mejoró.

Sujeto 2- También con dolor a nivel de la L4 y L5 sin lesión, sin trauma, ni golpe ni accidente. Una mañana se levantó ya con el dolor y meses después aún lo padecía. Testamos a nivel kinesiológico y nos lleva al ámbito emocional. Preguntamos sobre lo vivido antes del dolor y nos habla de la impotencia y falta de respeto que vive con su relación de pareja. Liberamos las causas por las cuales aún mantenía ese tipo de comportamiento, libera las emociones vividas y las etapas bloqueadas de sus antiguas parejas que aún estaba en duelo a nivel inconsciente y después de todo ese trabajo tanto emocional como corporal su dolor lumbar desaparece, su relación de pareja mejora y ella se vive de diferente forma a nivel personal.

Sujeto 3- esta otra persona lo que le sucedió fue que un viernes después del trabajo se queda clavado y no se puede mover. Sin lesión pero con una gran limitación y dolor agudo y repentino.

Es un hombre que trabaja mucho, a unos niveles de estrés importantes que él cree poder sostener durante largos periodos. Dice que incluso bajo estrés trabaja mejor y es más eficiente, pero de lo que no se daba cuenta en ese momento era del gran esfuerzo al que sometía a su cuerpo físico. Dejó al riñón y las suprarrenales agotadas por tanto estrés y esfuerzo.

Este hombre en ese momento no tenía la conciencia de sus propios límites. Después de la primera sesión de kinesiología y regulación de todo su sistema interno, el dolor desapareció.

Siguió haciendo alguna otra sesión para ver de dónde venía esa incapacidad para poder sentirse eficiente desde la calma y poder llegar a todo lo que se propone sin esfuerzo, sin estrés ni sufrimiento.

Verificamos su historia y la de sus padres cuando él estaba aún dentro del vientre materno y lo que se vivía justo en la familia en esos momentos era preocupación por el dinero, esfuerzos para llegar a final de mes, sacrificio laboral… y cosas por el estilo. Como decimos nosotros, lo que le dio la vida es lo que reproduce el en la suya.

Darse cuenta fue el detonante para que se pusiera manos a la obra y después de liberar a nivel corporal todas esas memorias con kinesiología, cambiara los patrones necesarios para que pudiera vivir su trabajo de diferente forma y además ser y sentirse mucho más eficiente.

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][nd_options_image nd_options_align=»right» nd_options_image=»2523″ nd_options_width=»50″][nd_options_spacer][nd_options_spacer][vc_text_separator title=»Todo puede ser… Vamos a ver unas historias…» border_width=»5″][nd_options_spacer][vc_column_text]Recuerdo una chica de unos 39 años, se dedica a la psicología y tenía una gran carrera en sesiones de psicoanálisis a sus espaldas. Llegó a mi consulta con una tiroiditis de Hasimoto, explicando que el psicoanálisis le había funcionado hasta el presente, pero que en esta ocasión sentía que necesitaba algún tipo de terapia corporal y no mental.

Estaba en lo cierto, ella lo tenía todo muy pesando y estudiado pero a la vez, las sensaciones y emociones por sus historias vividas y no vividas muy activadas en su cuerpo, en el soma. Así que fuimos a buscar su información dentro del inconsciente.

Gracias al test de kinesiología, pudimos verificar las historias vividas de su pasado que le estaban afectando a su cuerpo físico en el presente y poder dar corrección a toda esa información corporal y cambiarla.

Durante un año y después de unas 7 sesiones, la enfermedad diagnosticada como crónica, estaba curada y sin ningún tipo de medicamento. Conflictos vividos dentro del vientre materno y sobretodo duelos bloqueados de pérdidas sufridas dentro de su historia contemporánea, fueron algunas de las vivencias que trabajamos durante este periodo, cambiando su vida, su percepción, con una gran liberación emocional y con potentes cambios de patrón y creencias, fue lo que ella se llevó.

 

[/vc_column_text][nd_options_spacer][nd_options_spacer][vc_text_separator title=»Todo puede ser… Vamos a ver unas historias…» border_width=»5″][nd_options_spacer][vc_column_text]Recuerdo otro chico, bastante joven, con un gran sufrimiento emocional constante, con problemáticas en las relaciones tanto de pareja como de amistad.

Venía súper activado, enfadado y desesperado porque no entendía como no conseguía lo que deseaba en su presente.

Me estuvo hablando de su presente y yo haciendo un pequeño test de kinesiología y un rápido cálculo matemático, le pregunte justo por las edades clave en su historia.

Se dio rápidamente cuenta de que desde muy pequeño estaba repitiendo la misma historia una y otra vez, pérdida, pérdidas y más pérdidas…

Cada vez iba acumulando más dolor y cada vez se sentía peor por pequeñas cosas del día a día. Era tal el sufrimiento que en ocasiones pensaba que se estaba volviendo loco.

Desde ya la primera visita, la vida de este chico cambió para siempre. Al darse cuenta que todo venía por lo mismo, solo tuvimos que liberar la carga emocional de aquellas primeras experiencias en su vida y poder ver su presente como observador. Como en tercera persona. Al tomar el conocimiento- conciencia de su historia- liberar de forma corporal con kinesiología toda la información, equilibrando todos sus sistemas orgánicos, aumentando capacidad, bajando estrés y aumentando resiliencia, pudo empezar a ser indulgente con él mismo y superar todas esas limitaciones que vivía en su día.

[/vc_column_text][vc_column_text]Recuerdo otro chico, bastante joven, con un gran sufrimiento emocional constante, con problemáticas en las relaciones tanto de pareja como de amistad.

Venía súper activado, enfadado y desesperado porque no entendía como no conseguía lo que deseaba en su presente.

Me estuvo hablando de su presente y yo haciendo un pequeño test de kinesiología y un rápido cálculo matemático, le pregunte justo por las edades clave en su historia.

Se dio rápidamente cuenta de que desde muy pequeño estaba repitiendo la misma historia una y otra vez, pérdida, pérdidas y más pérdidas…

Cada vez iba acumulando más dolor y cada vez se sentía peor por pequeñas cosas del día a día. Era tal el sufrimiento que en ocasiones pensaba que se estaba volviendo loco.

Desde ya la primera visita, la vida de este chico cambió para siempre. Al darse cuenta que todo venía por lo mismo, solo tuvimos que liberar la carga emocional de aquellas primeras experiencias en su vida y poder ver su presente como observador. Como en tercera persona. Al tomar el conocimiento- conciencia de su historia- liberar de forma corporal con kinesiología toda la información, equilibrando todos sus sistemas orgánicos, aumentando capacidad, bajando estrés y aumentando resiliencia, pudo empezar a ser indulgente con él mismo y superar todas esas limitaciones que vivía en su día.

[/vc_column_text][nd_options_spacer][vc_text_separator title=»Al final todo es posible… Así me gusta creer a mí…» border_width=»5″][nd_options_spacer][vc_column_text]Como estas historias hay miles vividas durante todo el recorrido profesional que llevo, tanto dentro de consulta como en las aulas de los cursos de kinesiología.

Cada curso anual, viene a clase alguna persona que aun no queriendo trabajar como terapeuta ni dedicarse a ello, quiere vivir un crecimiento personal, evolución o autoconocimiento y esas personas son las que cada año se llevan toda la información puesta, como digo yo.

Alumnos que llegan sin saber a qué dedicarse y por fin encuentran su camino, otros con enfermedades o varios síntomas que se liberan durante el curso, dolores de más de 5 años que al poco desaparecen, personas que no saben qué hacer con sus relaciones personales, amistades o pareja que encuentran la salida o mejoran por completo. Otra que llegan con mucho resentimiento hacia su pasado y sus familias y consiguen llegar a sentir el amor verdadero de sus padres en su interior y la plena aceptación de lo que fue.

Tanto si te quieres dedicar acompañar a otras personas, como si ya lo haces y quieres aumentar las herramientas dentro de tu consulta como si únicamente lo quieres para ti, te invito a conocer en profundidad la kinesiología holística y la kinegenealogía y a experimentar tus cambios después.

Soy Raquel Campanales Macía

Creadora de la kinegenealogia®

Formadora, terapeuta e investigadora de la kinesiologia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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