Es una herramienta que permite, mediante la guía y el acompañamiento de una persona a través de sus palabras, que dejemos de lado emociones negativas como el dolor, el estrés y las preocupaciones del día a día y a la vez nos ayuda para que podamos conectar con nuestro interior.

A veces no podemos o no queremos ahondar en aquellos conflictos que dificultan nuestras vidas y buscamos ayuda fuera de nosotros.

La meditación es un excelente recurso para entrar en ese mundo interior, donde están todas nuestras vivencias conocidas e ignoradas, nuestras luces y nuestras sombras.

Es una buena terapia para localizar bloqueos personales, pero debemos llevarla a cabo desde una actitud amorosa y un profundo respeto hacia nosotros para saber que no siempre es el mejor recurso si encontramos dificultades al realizarla, sobre todo si la meditación la realizamos sin acompañamiento terapéutico ya que a veces se abren heridas que necesitan ser sostenidas.