No todo es formación, como decíamos existen algunas características personales que deben completar el perfil de un buen kinesiólogo. En primer lugar, la kinesiología es una terapia que se basa en el movimiento, por lo tanto, quien la practica debe ser una persona dinámica, que le guste el movimiento. Esto implica afinidad y unión con las actividades deportivas, una persona en forma y que realice actividades físicas con regularidad.
El apartado físico es primordial para un kinesiólogo, así podrá llevar a cabo las diferentes técnicas sin ningún problema, haciendo de sus terapias algo muy productivo. Pero para sumar a este último factor entra en juego la personalidad. Un kinesiólogo debe ser una persona propensa al servicio, en potras palabras que le guste ayudar a los demás. A veces se pueden tener las cualidades para ser un kinesiólogo, pero no ser bueno a la hora de ayudar y servir a otra persona, la terapia en este caso no será tan efectiva.
Además de esa característica servicial, hay que saber trabajar en equipo. Al final la kinesiología es un trabajo en conjunto, en primer lugar, entre el especialista y el paciente, pero muchas veces, también, entre varios especialistas que trabajan en una terapia en conjunto. En resumidas cuentas, parte de la filosofía de la kinesiología es el poder establecer y lograr objetivos en equipo.
Como cualidades personales, un kinesiólogo debe contar con la sensibilidad, la empatía y la paciencia necesarias para tratar con personas. Sin este tipo de cualidades es difícil conectar por un lado con el paciente, para saber qué le ocurre y establecer una guía para tratarle de la mejor manera. Pero, sobre todo, debe estar presente en todo el proceso, observando la evolución del paciente para saber cómo continuar la terapia de la mejor manera. Con este fin, la comunicación debe ser fluida y el paciente debe sentirse en plena confianza para expresar cómo se siente.
Como vemos el perfil de kinesiólogo es muy completo, combinando formación y aptitudes personales para sacar el máximo partido a las terapias. Y tú… ¿Tienes lo necesario para aplicar las técnicas de la kinesiología?