Las creencias no saludables crean estrés en nuestros cuerpos, cambian nuestras células hacia el modo de auto-protección, y hacen reaccionar a nuestro sistema nervioso autónomo hacia el modo de ataque o huida. En otras palabras, las creencias erróneas nos enferman.
Existen nueve categorías de creencias no saludables, destructivas, que distorsionarán la manera en tu vida. Las creencias no saludables primarias son:
- No soy digno de ser amado. Soy insignificante. Soy imperfecto.
- No tengo remedio. No valgo la pena. La vida es imposible.
- Algo malo sucederá. El futuro será como el pasado.
- No me encuentro bien. Algo debe cambiar ahora mismo para que yo esté bien.
- La gente siempre tomará ventaja de mi. La gente es demasiado sensible.
- Soy malo. No soy lo suficientemente bueno. No soy digno de perdón.
- La gente anda tras de mi. Yo debo tener el control. No es justo.
- La gente debe pensar bien de mi para que yo esté bien.
- No puedo hacerlo. No soy capaz. Otros deberían hacerlo por mi. No es justo.
Estas son cosas que creemos y que frecuentemente no sabemos el porqué. Estas creencias provocan que vivamos de maneras auto-destructivas, y crean el estrés en nuestros cuerpos que conduce al padecimiento y la enfermedad. Si hacemos algo que creemos que está mal a un nivel consciente, es porque tenemos una fuerte creencia inconsciente que reemplaza nuestros valores.