Cuando se trata de mantener un estado de salud sano y saludable hay que conectar muchos factores entre sí, en el ámbito físico y también en el anímico y mental. En ambos planos la nutrición juega un papel muy importante, de nada sirve hacer ejercicio o ir a terapia si no seguimos una dieta saludable y enriquecida. Al final, el cuidado del cuerpo y la mente debe ser un conjunto de acciones y todas ellas deben apuntar en la misma dirección.
Es por este motivo por el que la kinesiología y la nutrición tienen mucha relación, no podía ser de otra manera. De hecho, una de las aplicaciones de la kinesiología es detectar y solucionar posibles problemas o desequilibrios en el plano nutricional de una persona. Este tipo de aplicación de la terapia recibe el nombre de kinesiología nutricional y tiene muchos beneficios para el paciente.
La kinesiología nutricional sigue los mismos pasos que la kinesiología más tradicional, basando su método de aplicación en el movimiento del cuerpo. Sin embargo, en este caso, las provocaciones sobre el organismo van dirigidas a encontrar este tipo de problemas de carácter nutricional o alimenticio:
Estos son algunos de los problemas de naturaleza alimenticia que todos hemos experimentado alguna vez. Su raíz puede ser de diferentes tipos, tanto física como psicológica y la solución es variada. El objetivo que persigue la kinesiología nutricional es averiguar, a través de diferentes ejercicios y técnicas aplicadas sobre los músculos, que tipo de alimentos y nutrientes necesita el organismo para solucionar o prevenir esos problemas.
El primer paso que seguirá un kinesiólogo en estos casos será un test alimenticio. Mediante esta prueba se testará los hábitos nutricionales y el estilo de vida del paciente, buscando algún tipo de conducta que esté pudiendo desencadenar estrés o algún tipo de desequilibrio alimenticio. Con esta información, el especialista podrá empezar a tratar al paciente, comenzando por una dieta personalizada.
Dentro de la kinesiología nutricional es importante llevar a cabo también un test muscular. Este paso consiste en provocar la respuesta de diferentes músculos. Si en algún movimiento, presionando sobre una zona concreta o como consecuencia a un masaje, se observa una conducta poco habitual esa información puede revelar posibles problemas nutricionales.
Hoy en día podemos afirmar que muchos de los problemas, sobre todo de origen emocional, tienen su origen en la alimentación, o se pueden solucionar modificando esta última. Desde el estrés por perder o ganar peso, hasta diferentes tipos de dolores articulares, cefaleas, lesiones abdominales, todos ellos tienen su explicación en la nutrición y en la dieta.
Algo esencial a tener en cuenta en cualquier terapia alimenticia, como es la kinesiología nutricional, es que cada persona es un diferente. No a todos le sienta igual el mismo tipo de alimentos o la combinación de los mismos. Por lo tanto, es esencial que el kinesiólogo trate cada caso de manera particular, para aplicar las dietas correctas y los test musculares que convengan.
Este tipo de kinesiología es una prueba definitiva de que se puede combinar perfectamente con una rutina propia de un dietista, nutricionista o naturópata. Por lo tanto, la formación en kinesiología puede ser el complemento perfecto para otro tipo de especialistas. ¿A qué estás esperando? Consigue mayor éxito en tus pacientes aprendiendo kinesiología.
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