Una de las muchas técnicas que realizamos con Kinesiología Neuromuscular en la formación de AIKA
Tenderpoint // Punto Gatillo
Un tenderpoint es una zona hinchada edematosa en el tejido miofascial, en la que, además, a menudo puede palparse un abombamiento doloroso en forma de cordón o de disco.
La ubicación de los puntos es variable. Pueden hallarse en medio de los músculos, pero con frecuencia se encuentran también al principio de los ligamentos o de los tendones.
En dichas zonas se produce una sensibilización de los nociceptores, que actúan como fuente constante de irritación y bombardean con información los centros de la médula espinal .
En reposo, las electromiografias muestran una actividad eléctrica elevada (Hubbard), pero los puntos también pueden objetivarse tanto de manera termográfica como mediante el aparato de medición del umbral de presión «Fischer 1987».
Al mismo tiempo actúan como desencadenantes de reflejos de los TP (círculo vicioso). Esta falsa información no puede ser corregida únicamente a través del cuerpo.
La mayoría de los TP se encuentran en la musculatura postural y en la musculatura masticatoria.
Un triggerpoint muestra las mismas propiedades características de un tenderpoint, pero con la gran diferencia de que un triggerpoint al ser sometido a presión desencadena una irradiación en el correspondiente segmento o en la cadena de la función muscular.
Los extensos trabajos de investigación sobre el tema y bajo el título «Síndrome de dolor miofascial» corresponden en su gran mayoría al doctor J. Travell.
Dichos puntos tienen una utilidad diagnóstica diferencial cuando, si e xiste dolor, por ejemplo dolor de muelas, permiten provocar al TP en el músculo temporal: si el dolor se irradia en la muela, entonces la causa se encuentra en la zona miofascial y no en la propia muela.
• Tenderpoint se caracteriza por dolor local y la terapia es acortamiento del músculo, el TP solo se emplea para establecer un diagnóstico.
• Trigerpoint se caracteriza por dolor local e irradiación y se trata mediante frío y estiramiento.
En ambos sucede: dolor local, endurecimiento en forma de cinta, contracción refleja frente a la presión y pérdida de elasticidad del músculo.
En la TROA los TP tienen las siguientes funciones:
Como puntos de diagnóstico, en tanto que en función de la ubicación de los TP puede reconocerse el tipo de disfunción. Teniendo en cuenta el grado de dolor, puede deducirse la dimensión de la disfunción.
Como punto de control para el posicionamiento exacto:
El dolor en el TP desaparece cuando se ha determinado exactamente la posición.
Como control terapéutico tras haber empleado la técnica.
Para la determinación de la localización del TP es importante tener en cuenta tanto el dolor como la limitación de movimiento. Puede darse tanto la circunstancia de que haya un dolor sin que exista limitación de movimiento, como viceversa.
Por ello:
• Si la dirección de movimiento resulta dolorosa, el TP se halla con mucha frecuencia en el antagonista, pero algunas veces también en el agonista.
• Si la dirección de movimiento se encuentra pero algunas veces también en el agonista.
• A menudo, el TP se halla en el antagonista, cuando primero el músculo se encontraba contraído durante mucho tiempo y después es extendido de forma rápida y repentina. Para aquellos casos en los que existen más de un TP, a continuación se indican algunas reglas básicas:
o No emplear nunca más de seis y como máximo ocho técnicas de tratamiento en una misma sesión.
o Si un punto irradia, es decir, es un triggerpoint, entonces dicho punto es el que tiene prioridad durante el tratamiento.
o Tratar en primer lugar los puntos más dolorosos.
o Tratar en primer lugar la zona con la mayoría de TP. En caso de que los TP se hallen sobre una línea, tratar en primer lugar aquellos que se encuentran en la mitad de dicha línea.
Si durante la palpación resulta llamativa la localización de muchos Tp, es probable que el paciente padezca de fibromialgia. En dicho caso, además de la TROA, son necesarias otras medidas terapéuticas.
Los cambios en el TP durante una sesión correctiva:
• El TP se ablanda.
• El dolor disminuye.
• La tensión disminuye.
• La zona se calienta.
• La pulsación local se refuerza.
• El tejido adquiere mayor movilidad y soltura.
La intensidad de la presión debería ser aproximadamente equivalente a la presión que hay que ejercer sobre una uña para que debajo de ésta se produzca una ausencia de sangre (corresponde a aproximadamente 4 kg).
¡Según Jones, un TP es cuatro veces más doloroso que un tejido sano!
Muchas de las localizaciones TP son también conocidas en otros sistemas terapéuticos, como en la acupuntura y en la terapia refleja zonal (puntos de Chapman, zonas de Head, los puntos de presión de Weihe, los puntos de Knap y Vogler).