TRAUMA, DUELOS Y PERDIDAS
Rituales mortuorios en distintas culturas
Según Nares (1991) las ceremonias rituales relativas a la muerte, intentan cumplir la misión de liberar afectos, confrontar y hacer compartir a los miembros de un grupo, una de las experiencias humanas más íntimas para afrontar el dolor de la pérdida, a fin de recuperar lo depositado en las personas muertas y aceptar la separación.
Algunos elementos comunes que conviene tener presentes desde el punto de vista terapéutico son:
- La muerte es considerada como una experiencia íntima y normal, que forma parte de la existencia y se encuentra asociada a la idea de trascendencia, de un después o de un más allá
- En el rito se hace uso del lenguaje analógico característico del hemisferio derecho, en el que se combinan los elementos simbólicos, ya sea el uso de objetos o bien a través de ciertos actos
- El ritual tiene un carácter sistémico, pues involucra la participación de todos los dolientes, asignando funciones distintas a los miembros
- La separación requiere de un sentido afectivo, con lo que se espera que el que se marcha se sienta acompañado
- Hay un profundo respeto a la individualidad del muerto, sus creencias, preferencias, ello se manifiesta en el cuidadoso arreglo del cadáver y la inclusión de efectos personales y alimentos preferidos
- El duelo se caracteriza por una etapa de intimidad, de recogimiento interior, de reencuentro con momentos de figuras significativas, seguida de la movilización de afectos, incluso con apoyo de miembros externos al grupo de dolientes, con el objeto de lograr una intensa catarsis en las que las emociones fluyan espontáneamente, en algunos casos hasta desbordarse, para finalmente lograr una integración de la experiencia y la serenidad
- Hay en el proceso ritual una actualización del pasado a través de un juicio y finalmente la expiación de culpas para lograr la absolución
Dentro de los rituales mortuorios pueden emplearse los cuatro elementos clásicos:
- El entierro: pone en el centro la despedida del cuerpo
- La incineración: la purificación del alma que se desprende como el fénix de sus cenizas
- El entierro en el mar: el retorno del alma al mar originario
- El enterramiento al aire: la resurrección y subida al cielo del pájaro del alma
Los resentimientos, señalan Perls, Hefferline y Goodman (1951), son probablemente las peores situaciones inacabadas (gestalts incompletas). Si se está resentido, no se puede soltar ni seguir adelante, el resentimiento es la expresión más importante de un impasse (de estar atascado). Un resentimiento no expresado, a menudo se vivencia o se transforma en un sentimiento de culpa.
Muchas de las personas que evitan despedirse, lo hacen porque sienten que dejar ir, especialmente a los muertos, es una traición con ellos.
Según el Manual de Diagnóstico Médico Psiquiátrico (DSM-IV) (2003), el duelo se puede usar como categoría cuando el objeto de atención clínica es una reacción a la muerte de una persona querida.
Continuará …