Las cartas son un medio muy eficaz en la liberación de emociones.
Si vivimos alguna situación con algún miembro del clan de- ben tener en cuenta que los sentimientos hay que dejarlos de lado porque aquí solo importan las emociones.
Muchas veces vivimos determinadas situaciones que no po- demos expresar como realmente quisiéramos.
Por ejemplo:
Mi jefe me culpa de algo, le digo que yo no fui, él se enfada más porque está convencido de mi culpabilidad. No sigo discutiendo por miedo a que se enfade más y llegue a tomar alguna medida más drástica, como echarme del trabajo. Esto lo debo evitar, porque necesito el trabajo, tengo una familia que alimentar, etc. Por lo tanto asumo esa responsabilidad, la que a su vez me cubre de impotencia e ira, pero creo que con esta decisión evito un mal peor.
Es aquí donde debemos tomar consciencia de lo vivido. Es el momento de hacer la carta.
CARTA PARA HACER A DIARIO:
Buscar un momento que puedas relajarte, evitando ser interrumpido, preferentemente un sitio aislado, para que a medida que la escribes puedas ir verbalizándola en voz alta. Aconsejo en el momento de coger el lápiz y papel, no escribir literalmente, sino sólo unas líneas e ir verbalizando lo expresado en voz alta, cumplirá el mismo efecto o mejor que escribiéndola, esto se debe a que podemos durante este proceso mantener los ojos cerrados e ir verbalizándola y no desconectarnos.
Es recomendable, antes de comenzar, hacer unas respiraciones lentas pero profundas.
Cerramos los ojos, colocamos la lengua sobre el paladar y hacemos la inhalación y exhalación solo por la nariz. La exhalación deberá ser el doble de la inhalación.
Cuando normalizamos la respiración, visualizamos una imagen de algunos de los sucesos ocurridos con la persona a quien le dirigiremos la carta.
Una vez visualizada la situación, continuamos.
Primer paso:
A –Hablar en presente.
Dirigirse a su persona tal cual lo hacemos a diario, (jefe, mamá o mami, papá o su nombre, etc.).
B –Situación.
Ir al momento que hemos vivido esa emoción. Donde, por alguna razón, debimos callar y no pudimos expresar lo que queríamos.
C –Comenzamos a escribir.
La manera de expresarlo es escribiendo y verbalizando en voz alta aquello que deseamos decir.
Todas esas emociones deberán ser viscerales, no solo palabras, se tienen que sentir.
Hay que abrirse a ese momento y a esa historia que está oculta.
Segundo paso:
Yo te perdono…… (Poner y decir su nombre). Todo esto no te pertenece, es un programa que has heredado y te lo has hecho propio, es decir, te lo creíste.
Tercer paso:
Perdóname……… (Escribes y dices tu nombre), por habérmelo creído.
Otras opciones pueden ser:
Por haberte hecho cargo de…. (Algo que no has hecho). Por creer que esa persona puede pensar o ser así.
Por suponer lo que podía suceder.
Etc…
Cuarto y último paso:
Eliminar la carta. Puede ser quemándola o rompiéndola y enterrándola.
Información proporcionada por un alumna.