LAS NUEVE CASAS EN NUMEROLOGÍA

LAS NUEVE CASAS numerologia Tanto la Numerología  como la Astrología tienen algo en común, en cuanto a la energía de la persona, ya sea su carácter, personalidad, alma o espíritu quedan plasmadas en diferentes estancias, habitáculos, o casas donde esa energía queda identificada. Como si un gran escenario de múltiples posibilidades se expresase en cada manifestación. A la vez que crea una serie de personajes o subpersonalidades que se mueven con diferentes matices y personalidades alrededor de muchas características. Así de una forma simple cada casa en numerología se puede resumir de la siguiente forma: Casa 1 – Yo, el padre, mi parte masculina. Casa 2 – La madre, mi parte femenina, mis sentimientos. Casa 3 – El hijo, mi parte infantil, divertida, comunicativa. Casa 4 – Mi mundo físico, mi cuerpo, mis responsabilidades, mi trabajo. Casa 5 – Mi independencia, la capacidad de defenderse y ser uno mismo. Casa 6 – Mi amor, la capacidad de amar y ser amado. Casa 7 – Mis conocimientos, mi sabiduría. Casa 8 – Mis talentos, mi abundancia. Casa 9 – Mi espiritualidad, mi conexión con lo superior. Como hemos visto y has podido apreciar solo disponemos de 9 casillas relacionadas a los 9 números principales que se utilizan en numerología base 9. A diferencia que en astrología que dispone de 12 casas. Así como en la vida real cada casa estará habitada, muchas veces por un número afín y otras por un número distinto al de la casa. Y en otras muchas ocasiones la casa estará vacía. El número que le corresponda a cada casa será según la conversión del nombre en valores numéricos, le llamaremos los habitantes.  Así la casa 1 tendrá el habitante correspondiente a la casa 1, la casa 2 tendrá el habitante correspondiente a la casa 2, y así sucesivamente…. Ese habitante que puede ser cualquier valor entre 0 -9 será la energía que se tendrá que sumar y saber relacionar con la energía de cada casa. Vamos con los significados de las casa en profundidad.

Casa 1

– Yo, el padre, mi parte masculina. La casa 1 corresponde a los significados ya comentados del número 1. Es decir nuestra manera de ser masculina, activa, de fuego. Cómo nos manifestamos al mundo, cómo nos presentamos. Nuestra energía vital y afirmativa. También representa lo que aprendimos de nuestro padre (el 1 es el padre, como recordaréis). Las vivencias que tuvimos de él. Cómo vimos que era él y por ello, inconscientemente, cómo aprendimos a ser. Responde a la pregunta ¿Quien soy?. Aunque debemos recordar que un ser humano es mucho más complejo que un sólo número y todo el tema responde a esa pregunta, pero si algún número nos representa mejor que otro, probablemente sea el habitante de la casa 1. Por ello representa mi modo de verme a mi mismo, mi identidad, mi ego. Mi energía Yang.

Casa 2

– La madre, mi parte femenina, mis sentimientos. La casa 2 corresponde a nuestra manera de ser femenina, pasiva, nuestros sentimientos y emociones. Cómo nos aceptamos y valoramos a nosotros mismos. Nuestra feminidad, nuestra intuición, nuestra sensibilidad. La capacidad de escuchar y acoger al otro, la paciencia con los demás. La maternidad, la capacidad de ser madre. Lo que aprendimos y vivimos de nuestra madre, nuestra relación con ella. Mi energía Yin.

Casa 3

– El hijo, mi parte infantil. Si la casa 1 es mi forma de relacionarme con mi padre y la 2 es mi forma de relacionarme con mi madre, la casa 3 es mi forma de relacionarme con el mundo, con los demás. Mi niño interior, mi capacidad de aprender, divertirme y relacionarme con el mundo. Mi capacidad de comunicación, mi creatividad y expresión personal. Y si nos fijamos en el comportamiento de un niño (que esté sano psicológicamente, claro), veremos la ingenuidad, la espontaneidad, la falta de miedo, la curiosidad total, el disfrute, la alegría y el optimismo. Todo eso es la casa 3.

Casa 4

– Mi encarnación en el mundo físico. Aqui podemos ver cómo vivo todo lo relacionado con el mundo físico y material. Como vivo mi cuerpo, cómo lo cuido. Cómo vivo el trabajo que realizo para ganarme la vida, qué tipo de trabajo busco y en cual me realizaré mejor. Mi relación con el dinero y los bienes materiales, tanto en cuanto me permiten sobrevivir en el mundo. Mis raíces en la tierra, por lo tanto mi relación con la familia y mis ancestros. Evidentemente, mi relación con los bienes que provienen de la familia, las herencias. Mi casa, mi hogar. Cómo vivo la tradición tanto familiar como social. Y mi capacidad de compromiso y responsabilidad

Casa 5

– Mi independencia y autoafirmación. En esta casa podemos ver hasta qué punto soy capaz de ser y sentirme independiente, de autoafirmarme y aceptarme como soy. De defender cómo soy y no doblegarme a las presiones exteriores, de poner límites. También vemos aquí la capacidad de adaptación a los cambios del entorno y por ello la facilidad para vivir y aceptar la aventura, lo nuevo. Y esa capacidad de aventura lo es tanto a nivel mental, con la búsqueda de nuevos significados y la apertura mental, como en la expresión física y biológica, en el sexo. La manera de expresar la energía vital, tanto con actuaciones enérgicas como creativas. Nuestra autoafirmación máxima, Yang. En este punto tenemos que tener en cuenta una diferencia de manifestación en los individuos si son de sexo masculino o si son de sexo femenino. En alguien masculino el 5 se manifiesta como hemos dicho hasta aquí, pero en un individuo femenino suele proyectarse todo esto en la pareja que se busca. Es decir, que en una mujer la casa 5 nos indica el tipo de pareja que busca y, normalmente, encuentra. Cómo se vive la pareja.

Casa 6

– Mi capacidad de amar y ser amado. En la casa 6 podemos ver todo lo relacionado con las relaciones afectivas y amorosas, de hecho es la capacidad de manifestar el amor en el mundo físico, no tan mental y abstracto como el dos, sino físicamente, concretamente. Por ello vemos aqui la capacidad de amar a la pareja, a los hijos, a los seres queridos. Pero también la capacidad de amarse a si mismo, quererse, cuidarse y aceptar el amor y los cuidados de los demás. La capacidad de aceptar el placer, la sensualidad, el bienestar y la armonía. En realidad es la manifestación física y concreta de nuestra parte femenina. La parte Yin. Es nuestra capacidad maternal y paternal, de proteger y cuidar a los hijos. La energía femenina y sensible nos capacita también para valorar y potenciar la belleza en todo lo que vemos, el color es muy importante para el 6. Y la armonía con la naturaleza es su corolario.

Casa 7

– Mis conocimientos, mi sabiduría La casa 7 nos habla de nuestra mente, de nuestro camino interior, que puede ser sólo mental, psicológico o incluso espiritual. Nuestras ansias de saber, de conocer más, de entrar en lo profundo del conocimiento del universo, de las otras dimensiones, de responder a las cuestiones de quien soy, de dónde vengo y a dónde voy. El camino interno, el camino espiritual, la búsqueda del contacto y la fusión con Dios. O simplemente el saber, el conocimiento; por eso encontramos aquí al buscador, al profesor, al intelectual, al sabio y al que sigue un camino espiritual. La mente en todas sus facetas y su uso en la búsqueda del saber, con todo lo que implica de falta de emociones, de soledad. El buscador solitario. El filósofo, el teólogo. Y también cómo vivimos las normas sociales, las costumbres heredadas, la relación con la sociedad. La meditación y la reflexión son las herramientas preferidas.

Casa 8

– Mis talentos, mi abundancia. La casa ocho nos indica nuestras capacidades y talentos. La manera de vivir la abundancia del universo. Cómo somos capaces de materializar dicha abundancia y hacer fructificar nuestros talentos y capacidades. En esta casa vemos nuestro estatus social y cómo potenciamos el patrimonio familiar y personal. La abundancia económica y de toda clase. Nuestras capacidades de fructificar la materia, de ayudar al progreso personal y de toda la humanidad. Nuestras capacidades de realización y de llevar a cabo los objetivos que nos hemos propuesto. En resumen, nuestra capacidad de tener éxito en nuestros proyectos.

Casa 9

– Mi espiritualidad, mi conexión con lo superior. Y en la casa nueve podemos ver nuestra espiritualidad profunda; lo mejor del ser humano, la compasión y entrega universal. Es también, como la casa 7, una casa espiritual, pero en la siete la mente es la que manda y el análisis mental; en cambio en la casa 9 quien manda es el corazón. La búsqueda mística que no pasa por la mente sino por la conexión interna con Dios; el misticismo. Y para ello se usan todos los caminos internos, los sueños, la visión interna, la meditación, el inconsciente, el simbolismo, la imaginación… Nos indica nuestra capacidad de conexión cósmica y nuestra consciencia universal. Y, por ello, nuestra entrega a Dios y al servicio de la humanidad. Ahora que tenemos el significado de las casa también podríamos llegar a deducir el significado de los habitantes. De momento vamos aprender hacer la conversión de nombre y apellidos. ice_screenshot_20171107-094111 ice_screenshot_20171107-094152
Así quedaría la inclusión de base. En el caso de nuestro consultante por ejemplo en la casilla 1 tiene un habitante 5 esto quiere decir que su forma de mostrarse al mundo será muy dinámica, activa, con mucha libertad, con desafíos contantes. En la casilla 2 podemos ver diferentes informaciones una de ellas es su actitud en la pareja, quizá más dominante, más pensando en el  pero también podríamos estar viendo como es el arquetipo que incorporó de ella madre. Un arquetipo más masculino, más autoritario, quizá la que mandaba en casa era su madre,… De esta forma podríamos llegar a ver toda la personalidad de la persona. De nuevo vemos la gran herramienta que es la numerología, totalmente complementaria con otros métodos como son la lectura del árbol genealógico, la Kinesiología,… Jaume Valls Richarte

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