Iones negativos, muy positivos para nuestra salud.
Ión, en griego «el que va», es un átomo o una molécula que tiene carga eléctrica, ya sea negativa o positiva. El aire esta ionizado y esta electricidad actúa sobre nuestra salud.
El fenómeno de los iones negativos y positivos da explicación a una de las teorías más antiguas sobre el funcionamiento del universo y de la salud, la teoría del Yin y del Yang: La carga positiva se considera Yang y es la que corresponde con la atmosfera, y la carga negativa, Yin, está presente en la tierra. Todos los organismos vivos situados entre el cielo y la tierra actuamos como conductores de esta energía.
El elemento esencial del aire que transporta la carga vital son los iones negativos. Los contaminantes como el polvo, el humo y los productos químicos tóxicos adoptan en el aire la forma de iones positivos y estos iones atraen, captan y neutralizan los iones negativos.
Cuando la proporción de iones positivos en el cuerpo aumenta, se alteran muchos procesos químicos, las células realizan sus funciones con más dificultad, la circulación se ralentiza, el cuerpo se acidifica y prolifera la aparición de microorganismos como bacterias y hongos.
Entre los principales factores que nos afectan en este sentido encontramos: sitios sin ventilación, calefacción, luces fluorescentes, microondas, el humo de los coches y el tabaco.
Y los síntomas más comunes son: cansancio a pesar de no haber realizado ejercicio físico, insomnio durante la noche y somnolencia durante el día, irritabilidad, depresión, alergias, hipoclorhidria, disminución de la capacidad visual, enfermedades respiratorias, tensión frecuente en la zona del cuello y dolor de cabeza antes de una tormenta, por la carga atmosférica en este momento.
Disponemos de un ionizador en nuestro propio organismo: ¡La nariz!
Entre otras funciones de la nariz, regula el equilibrio eléctrico del cuerpo, y de este equilibrio depende toda la química del organismo. Para regular la ionización el orificio nasal derecho capta iones positivos y el orificio izquierdo capta iones negativos.
Existe una predominancia de uno de los orificios nasales, y si su funcionamiento es correcto esta predominancia va alternando cada cierto tiempo. Esta alternancia también está relacionada con las funciones de los hemisferios cerebrales. Como se puede entender, si uno de los dos orificios no está despejado el equilibrio iónico estará alterado. Esto puede suceder por diferentes motivos: estar operado de vegetaciones, sinusitis, anginas, traumatismos en la cara, desviación del tabique nasal, problemas en el parto, utilización de fórceps, haber utilizado ortodoncias, el estreñimiento…
Las opciones de tratamiento son numerosas: terapia manual para normalizar la estructura de la nariz y su funcionamiento, aceites esenciales, acupuntura, imanes, lavados nasales, suplementación con productos para normalizar la microbiología de las mucosas, modificar la dieta, priorizando los alimentos alcalinos, ejercicios respiratorios (Pranayama), mejorar la ionización del entorno (generadores de iones, bombillas iónicas, etc.…)
Mediante el Test Kinesiológico, el terapeuta ve si hay un exceso de ionización positiva o negativa y cuál es la corrección precisa para equilibrarla, mediante ejercicios de respiración (por ejemplo cogiendo aire con las dos fosas nasales y exhalando con la fosa izquierda tapada, para disminuir los iones positivos) o la técnica que sea prioritaria en ese momento para el paciente. Como siempre, personalizada en cuanto a tiempo, intensidad etc. Mediante el testaje también se localiza si hay que hacer algún cambio en la dieta, hábitos o entorno de la persona.
Argia Zarandona
Profesional en Kinesiología (Bilbao)