LA TEORÍA DE LOS TRES CEREBROS.
En 1970, MacLean desarrolló aún más su concepción del sistema límbico al colocarlo dentro de una teoría más amplia que intentaba explicar los procesos emocionales en todos los niveles de complejidad. Ésta era la hipótesis del cerebro triple.
De acuerdo con esta visión, el cerebro había experimentado tres grandes etapas de evolución, de modo que en los mamíferos superiores existe una jerarquía de tres cerebros en uno, de ahí el término cerebro triple (en inglés triuno, literalmente “tres en uno”).
El cerebro reptil, que comprende el tallo cerebral, regula los elementos básicos de supervivencia, como la homeostasis. Es compulsivo y estereotipado. MacLean ilustra esta función al sugerir que organiza los procesos involucrados en el regreso de las tortugas marinas al mismo terreno de crianza de años atrás.
El cerebro paleomamífero, que comprende el sistema límbico, añade la experiencia actual y reciente a los instintos básicos mediados por el cerebro reptil. El sistema límbico permite que los procesos de sobrevivencia básicos del cerebro reptil interactúen con elementos del mundo externo, lo que resulta de la expresión de la emoción general. Por ejemplo, el instinto de reproducción interactuaría con la presencia de un miembro atractivo del sexo opuesto, lo que genera sentimientos de deseo sexual.
El cerebro neomamífero, la neocorteza, regula emociones específicas basadas en las percepciones e interpretaciones del mundo inmediato. Los sentimientos de amor hacia un individuo particular serían un ejemplo de este tipo de emoción. De acuerdo con MacLean, en los humanos y otros mamíferos avanzados existen los tres cerebros. Los mamíferos inferiores tienen sólo los cerebros paleomamífero y reptil. Todos los demás vertebrados tienen sólo el cerebro reptil.
La evolución del cerebro paleomamífero (sistema límbico) fue por tanto visto como algo que libera a los animales de la expresión estereotipada de los instintos dictada por el cerebro reptil. El cerebro neomamífero añadió mayor flexibilidad a la conducta emocional al habilitar a los mamíferos superiores para basar la conducta emocional en procesos interpretativos complejos y utilizar la solución de problemas y la planeación a largo plazo en la expresión de las emociones.
LA TERAPIA DEL CEREBRO REPTIL.
La frase «cerebro reptiliano» deriva del hecho que el cerebro de un reptil es dominado por el tronco encefálico y el cerebelo, que controla el comportamiento y el pensamiento instintivos para sobrevivir. Este cerebro controla los músculos, equilibrio y las funciones autonómicas (ej. respiración y latido del corazón). Por consiguiente, es principalmente reactivo a estímulos directos.
En el cerebro Reptil están los rituales y las ceremonias, convenciones religiosas, acciones legales, así como comportamientos obsesivos y rutinarios. Tiene que ver con la nostalgia: “la vuelta al hogar” añoranza de la infancia, las famosas improntas (vínculos que se establecen desde edades muy tempranas con personas u objetos cercanos), los deportes que no son de equipo, las tareas repetitivas como hacer punto, conducir un coche, lavar….
Las respuestas del Reptil son automáticas, rígidas y programadas.
Es típico del reptil no improvisar (una vez aprendido una ruta, siempre hara los mismo, e incluso llegará a morir haciendolo una y otra vez). No se arriesgan, no corren riesgos, no aceptan cambios.
Formado por:
- Médula espinal (rige los reflejos vegetativos: vísceras, erección, defecación…)
- Bulbo Raquídeo: Continuación de la médula espinal. Donde se decide si un estímulo entra o no. Rige los nervios motores, forma los nervios craneales IX, X, XI, XII (glosofraríngeo, vago, accesorio e hipogloso mayor).
- Cerebelo: Recibe la información continuamente de las señales de los músculos y articulaciones, así como de la corteza cerebral para realizar movimientos controlados. Es capaz de almacenar secuencias de instrucciones frecuentemente utilizadas y de movimientos finos que se repiten y contribuye a la automatización del movimiento. El cerebelo recibe y envía señales de la formación reticular, para integrar señales sensoriales y motoras inconscientes. Rige el movimiento homolateral. También participa en sueño y alertamiento. El puente comunica conecta unas partes del cerebro con otras. Así como funciones sensoriales y motoras.
- Puente de Varoli: Tiene como función conectar la médula espinal y el bulbo raquídeo con estructuras superiores como los hemisferios del cerebro o el cerebelo.
- Núcleo Rojo: se llama así por su cantidad de hierro. Interviene en el tono muscular, la actitud del cuerpo y el andar.
- Núcleo Negro: juega un papel importante en los movimientos involuntarios.
- Sistema Reticular: Es donde se inhibe la información o se facilita. Elegimos si la queremos o no. Los procesos de percepción que pueden contener datos o información potencialmente sean capaces de generar emociones se filtran por este sistema. Estructura del tallo cerebral, que se encarga de los ciclos circadianos de sueño/vigilia.
Filogenéticamente es una de las partes más antiguas del cerebro. Está formada por neuronas de diferentes tamaños y formas esparcidas en la sustancia blanca. Este sistema parece intervenir en el estado de consciencia. La formación reticular consiste en más de 100 pequeñas redes neurales cada una con sus funciones, incluyendo las siguientes:
- control motor somático
- control cardiovascular
- modulación del dolor
- sueño y vigilia
- habituación
- desencadenamiento del vómito.
- Influencia en el control de los movimientos voluntarios.
- Regulación de la actividad visceral.
Síntomas:
- Falta de equilibrio y coordinación. Falta de ciertos reflejos.
- Cuando el cerebro reptiliano capta peligros o dificultades reacciona exigiendo mayor cantidad de flujo sanguíneo, entonces los otros dos cerebros disminuyen sus funciones para aportar al reptiliano la sangre requerida, pues las exigencias de supervivencia siempre tendrán prioridad. Implicaciones en el aprendizaje. Procesos intelectuales como la captación, memoria, evaluación, solución de problemas y creatividad se minimizan para que la fuerza física y la rapidez de reacciones biológicas se incrementen.
- El cerebro reptiliano es el más rápido en sus reacciones, diseñado para la defensa instantánea ante cualquier ataque o amenaza. Personas en alerta constante.
- Personas que no cambian de dirección. Las mismas respuestas ante los mismos estímulos. Personas que no encuentran salida parecen que están en forma de bucle.
- Temas de jerarquías, de dominancia. De Rol Arcaico.
Para un kinesiologo poder trabajar a este nivel es algo fundamental en la integración y modulación del estrés. La regulación de las respuestas automáticas, de los aspectos rutinarios, de los estados tensionales, así mismo como en todas aquellas conductas que llegaran a derivar en estados emocionales específicos.
Aquí es donde empieza nuestra modulación de la información, nuestra recepción del mundo externo y su relación con nuestro mundo interno. Siendo una herramienta imprescindible, y a la vez de fácil acceso para identificar las diferentes adaptaciones a nivel neuronal, endocrino, inmunitario.
Todo esto se vera reflejado en nuestras acciones, nuestro rendimiento laboral o deportivo, afectando a nuestros estados de salud.
Saber ver e identificar donde hay una incapacidad de proceso de información (así es como trabaja el cerebro con información), donde quedo la respuesta anclada , o desde donde esta actuando la persona. Es básico para poder regularlo y optimizarlo con los test específicos en Kinesiología Avanzada.
Quizá un fallo craneal, una falta de neurotransmisores, un problema de flora intestinal, un sistema inmunitario alterado o una hiperactivación del sistema de ATAQUE/HUIDA. Pueden estar condicionando el como la información pasa a centros superiores.
Y quizá aquello que pienso que es tan emocional, o que son mis creencias limitantes que me están condicionando, simplemente pertenece a años de evolución. Filogenética pura en estado natural.
Por eso me motiva trabajar desde aquí. Hay una frase que me a vuelto a motivar en mi trabajo. «EL CEREBRO SE CURA DESDE ABAJO»
Jaume Valls Richarte